Las infografías son los gráficos a color que aparecen tanto en publicaciones impresas como digitales y que ofrecen interpretaciones visuales de información que de otra manera podría ser muy difícil comprender. De hecho, con una buena infografía se puede comunicar cualquier cosa, siempre y cuando sea de manera atractiva, relevante y más convincente como imagen que como texto puro.
Esta herramienta es de gran valor para los estudios de mercado, ya que sirve para orientar a las marcas y al público.
Laura Hampton, jefa de content engagement de la agencia digital Zabisco, señala que estas herramientas tienen capital importancia para los mercadólogos, ya que ayudan a vender una idea al cliente y a la vez, para evangelizar al consumidor sobre un tema en específico.
Las infografías tienen una gran variedad de formatos, diseños, orientación y estilos e incluso movimiento e interactividad a través de sus contrapartes digitales conocidas como “infomotion”.
¿Cómo puede un marketer sacarles el máximo provecho?
Infografías con impacto
Los beneficios de una gran infografía son múltiples. Para el público, mejoran la comunicación de ideas para impulsar una experiencia, mientras que el estilo y la facilidad con la que transmiten información hablan mucho de la organización o marca que lo produce.
Generar una infografía destacada podría parecer una tarea de enormes proporciones (sobre todo cuando hay tantas buenas infografías que compiten por llamar la atención), pero la premisa básica es muy simple: crear algo interesante y relevante que se comunica con su audiencia.
Cualquier infografía debe ser clara en su mensaje y en sus objetivos, por lo que debe empezar a formarse a través de una buena información. Cada día se utiliza una gran variedad de métodos de comunicación para completar tareas, mejorar el conocimiento y compartir ideas, una infografía debe destacarse de raíz.
Por ejemplo, una infografía para uso exclusivo de la web puede adaptarse mejor a una orientación vertical, haciendo uso de la funcionalidad estándar de diseño de páginas web. Además, se puede generar interactividad adicional a través de una versión para smartphones.
Pero las infografías también pueden servir para el marketing tradicional. Considere usar esta herramienta en la publicidad del transporte público, como en el metro (subway) de cualquier capital importante, o en los espacios grandes. Este método es ideal para compartir información compleja de manera rápida y eficaz.
Extraer el máximo ROI
Las infografías pueden ayudar a aumentar el tráfico de un sitio web o de las llamadas de los clientes interesados en un producto o servicio. Sin embargo, su principal labor se da en términos de creación de marca, pues una infografía bien ejecutada puede aumentar la reputación de la compañía que representa en formas que son difíciles de medir.
Una infografía puede comenzar como parte de su sitio web. Si tiene información pertinente y útil, podría ser utilizada dentro de sus esfuerzos de relaciones públicas para acompañar el contenido de un tema determinado. O bien, puede ser re-utilizado como parte de una campaña de marketing en línea.
Estos medios de representación de datos tienen también el potencial de convertirse en contenido viral, en correos o redes sociales si están bien ejecutados y tienen un componente estético extra. Es importante que este gráfico tenga “bien puesta” la marca de su producto o empresa y esté diseñado para ser entendido por sí mismo, sin la necesidad de un texto.
Sin embargo, a pesar de todas las oportunidades que ofrece la infografía, sigue siendo muy infrautilizada. Mientras la atención de los consumidores en la publicidad tradicional sigue disminuyendo, es vital que los métodos de comunicación continúen evolucionando. Estos gráficos son una parte importante de esa evolución y las marcas y esfuerzos de marketing deberían tomar nota.
Ejemplos de infografías:
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