No nos pareció nada del otro mundo saber que cantantes, actores y actrices, comenzaran a tener sus web sites, sus páginas de Facebook ni sus cuentas de Twitter, pues era parte de su estrategia publicitaria y para mantenerse en contacto con sus fans (aún recordamos el foro que abrió la entonces muy juvenil Britney Spears).
Nos sorprendió un poco más (o quizás no tanto) que los presidentes de varios países abrieran sus cuentas en Twitter y que mantuvieran comunicación tan frecuente por esta vía, como hace el presidente venezolano Hugo Chávez.
Pero, lo que definitivamente sí nos sorprendió fue saber que el Papa Benedicto XVI había abierto una cuenta en la conocida red social y había comenzado a twittear. La semana pasada tuvimos noticia de que el Vaticano había lanzado su propio Twitter, lo que fue sorprendente porque no se suele asociar a la Iglesia con la modernidad o el uso de las últimas tecnologías. Sin embargo, un objetivo que ha tenido siempre la Iglesia es llegar al público joven, por ello la estrategia online que han puesto en marcha es un paso decidido a conseguirlo.
Como debe ser en una buena estrategia online, el primer paso del Vaticano fue un completo portal web en el que se publican noticias, comunicados de prensa, información completa para visitar el Vaticano, una emisora de TV y una de radio y, por supuesto, todas las redes sociales en las que tienen presencia.
La apuesta del Vaticano por el Marketing Online y las redes sociales es completa, lanzando su perfil en Facebook, su propio canal en YouTube, cuenta en Flickr y cuenta en Twitter. Normalmente cuando una gran empresa o institución abre perfiles en estas redes sociales es para conseguir fidelizar y captar clientes, respondiendo sus dudas o lanzando noticias y ofertas en primicia. Es una incógnita como usará el Vaticano las redes sociales.
Desde luego, el hecho de que Su Santidad el Papa decida Twittear o postear en Facebook con frecuencia, está claramente enfocado a llegar a los jóvenes, saliéndose de los formalismos habituales de la Santa Sede. Por este medio la difusión y repercusión de los mensajes será inmediata y mundial. Y así fue cuando Benedicto XVI publicó su primer tweet desde nada más y nada menos que en un iPad.
Pero, desde hace un tiempo ya, la Ciudad de Vaticano ha venido sorprendiendo a los visitantes con adelantos como el hecho de que se pueden comprar las entradas para el museo por Internet; al presentar la entrada impresa en la entrada se escanea el código QR que viene en ellas y le permite la entrada. No todos los museos más importantes del Mundo tienen este nivel de uso de tecnologías.
El uso de las redes sociales no es solo para enviar mensajes u ofertas, sino también para escuchar a los clientes y seguidores. Ahora que la Iglesia ha decidido apostar por medios modernos para llegar a la gente joven queda saber si también lo harán para escuchar y tener en cuenta los cambios de la sociedad para adaptarse a ellos.
Artículo basado en el del enlace
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