lunes, 27 de junio de 2011

Muchos amigos, pocas denuncias

Cuando surgió la web 2.0 los expertos se entusiasmaron con la idea de que serviría como motor de denuncias ciudadanas sobre diferentes temáticas de la vida cotidiana; a menos de 10 años, en la Argentina, el uso es más que nada social y de debate

Las redes sociales son una herramienta que está al alcance de casi cualquiera: 15 millones de usuarios de Facebook sólo en la Argentina pueden certificarlo. Es el quinto país en el mundo en cantidad de personas conectadas a la web 2.0.

Sin embargo, pocas veces son utilizadas para realizar denuncias sobre temas particulares que, por su relevancia logren aglutinar a cierta cantidad de personas. Cuando nació la web 2.0 los expertos se entusiasmaron con la idea de que esta plataforma de comunicación transversal y masiva pudiera servir, entre otras cosas, como contrapeso particular del poder político y comercial establecido. Con el correr de los años esa característica inicial perdió fuerza y ganó espacio el carácter lúdico-social, comercial y sexual más que otra cosa.

Los expertos, de todos modos, aún no pierden las esperanzas. El periodista, docente, blogger y entusiasta estudioso de la web, Roberto Guareschi, considera que las redes sociales cumplen algunas de las expectativas que habían suscitado. Facebook y Twitter son centrales, explicó Guareschi a La Nación, como herramientas de coordinación y reunión en los movimientos como los "indignados" en España. "También sirven para las protestas en el mundo árabe. Ya están instaladas en la vida de la gente y en la política, sobre todo en los movimientos alternativos de víctimas marginadas del sistema", expresó.

Lo que llama la atención, al menos en la Argentina, es la escasa repercusión y adhesión en la web 2.0 a otro tipo de denuncias más pequeñas como un impuesto mal cobrado, leyes incumplidas de defensa del consumidor, un cartel de una calle que no existe, un producto defectuoso, una política injusta... Las consignas en este sentido podrían inspirar controversias documentadas por cientos de personas que, al final de la cuerda, provocarían un cambio concreto de la situación.

El caso paradigmático en el mundo es el del videoartista norteamericano Casey Neistat. El y su hermano realizaron un corto-denuncia publicado en YouTube sobre la corta vida de las baterías de los primeros iPod. En ese video alertaban que estos dispositivos tenían una vida acotada (obsolescencia programada) de 18 meses. Y que luego había que salir a comprar otro iPod.

La abogada Elizabeth Pritzker escuchó hablar del video de los Neistat y decidió demandar a Apple. Su idea se extendió por Internet y captó la atención de miles de afectados. Finalmente, la empresa tuvo que cambiar las baterías por otras de mayor duración.

Las denuncias con mayor "viralidad" en la Argentina están focalizadas en campañas comunitarias solidarias o respecto del cuidado del medio ambiente (ley minera en Córdoba y glaciares) o el maltrato de los animales. No hay otro tipo de temáticas (corrupción política, etcétera) que trasciendan e irrumpan en la vida de una ciudad o el país. En cambio, resulta notable la proliferación del uso de las redes sociales como plataforma de venta y publicidad (advertising). El universo corporativo y político que, al principio adoptó una mirada defensiva acerca de las posibilidades de los ciudadanos en las redes, ahora las utiliza como plataforma publicitaria, incluso al borde del escarnio público. En el mundo hay 230 millones de personas que adoptaron la web 2.0 como una forma de vida, con lo cual, si ese universo es además más o menos dócil: Eureka!

"A medida que esto se vaya generalizando además de acciones políticas, habrá todo tipo de acciones colectivas; por ejemplo, el boicot a un producto comercial. Éstas son acciones de empoderamiento de las personas. En cuanto a los grupos de poder, no necesitan ni quieren debatir y coordinar sus acciones a través de las redes", explicó Guareschi, aunque hace una diferencia entre las redes sociales (controlables) y la Web: un universo más vasto con ejemplos de denuncias tan grandes como WikiLeaks. "Los medios tradicionales son los que tienen los recursos para hacer periodismo hoy. Pero si no dejan de ser tradicionales, es decir, si siguen con su discurso de una sola mano -ellos hablan y la gente no puede participar en serio, sólo puede escuchar- no mantendrán la influencia que hoy tienen y pondrán en riesgo su negocio", dijo.

Del "me gusta" a los Community Managers. Cada red social tiene sus características propias. Facebook basa su impronta en el "Fan" y el "Me gusta". En Twitter, la opinión en 140 caracteres funciona como disparador de discusiones, polémicas o adhesiones. En plan de interpretación psicosocial podría señalarse que estimula la destrucción de ese tabú moderno que dicta: "Nunca le digas a otra persona lo que piensas". Twitter parece excitar las terminales nerviosas de los usuarios, a tal punto de provocar situaciones casi imposibles de observar en la vida real: gente importante, políticos, empresarios, artistas enfrentándose tweet a tweet en un escenario virtual. Pero, esa "diversión" para el resto de la comunidad virtual ha comenzado a declinar a partir de que muchos comprendieron los mecanismos de uso y sus consecuencias.

Una de las nuevas tendencias, sobre todo en Twitter, es la capitalización de las áreas comerciales de las empresas que emplean usuarios "prestigiosos" o "celebrities" para promocionar sus productos.

De hecho, la proliferación del uso de las redes sociales por parte del mundo corporativo alumbró un nuevo oficio: Community Managers. En pocas palabras es alguien (profesional indeterminado) que se ocupa de coordinar las acciones de las empresas por la web 2.0.

El diario español El País le dedicó una nota a este fenómeno que calificó como el "trabajo de moda" en ese país. "Ha adquirido el comportamiento de las llamadas burbujas: rápida popularización, establecimiento de una lucrativa industria en torno al mismo, debate sobre su validez y, es de esperar, posterior pinchazo". Esto apenas comienza.

Secretos en la Web, según un estudio de "vida digital". Participación. 41% de los inter-nautas argentinos declaran haber escrito en su propio blog o realizado posteos en foros (58% a nivel global), según un estudio ad hoc impulsado por TNS-Gallup en todo el mundo.

Amigos. Los argentinos tienen un promedio de 184 amigos en las redes sociales (a nivel global 120).

Dispositivos móviles. Los usuarios de los dispositivos móviles pasan un promedio de 6,7 horas en redes sociales (3,1 horas a nivel global) versus un 4,7 horas enviando mails (2,2 horas en el mundo).

Compartir fotos. 79% de los usuarios de Internet en la Argentina comparten sus imágenes en redes sociales o websites específicas cuando a nivel global asciende al 73 por ciento.


Artículo basado en el de


Varise, F. (27 de Junio de 2011). Muchos amigos, pocas denuncias. En: La Nación. Buenos Aires. Recuperado de la dirección http://www.lanacion.com.ar/1384522-muchos-amigos-pocas-denuncias

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